COMEDOR UNIVERSITARIO: MARTIRIO VILLAREALINO
Diariamente cientos de alumnos forman largas colas por más de dos horas para obtener un plato de comida.
Una interminable línea humana surca el patio posterior al Comedor Central de la Universidad Nacional Federico Villareal. La encargada de entregar los tickets para el almuerzo ordena formar otra cola, los alumnos corren hambrientos como ganado y el caos comienza.
Todos pugnan por ocupar los primeros lugares de la nueva cola. Los últimos se quedan con el estómago vacío.
La desorganización en el sistema alimenticio del Comedor Central de la UNFV genera extensas colas y discusiones entre los usuarios. El desorden y la disminución de raciones son un problema constante.
La Sede Central de la UNFV alberga a más de mil alumnos pero solo hay 100 raciones para el desayuno, 200 almuerzos y 70 cenas, a diferencia del año pasado que el comedor proporcionaba 300 almuerzos.
El alza de precios en alimentos como la papa y el pollo provocó la reducción de porciones, según las trabajadoras del comedor. Al preguntarles sobre la atención hacia los alumnos su excusa es el silencio. La atención carece de calidad, las encargadas no permiten que los alumnos formen colas desde temprano y amenazan con no repartir los tickets si no se retiran.