COLAPSO EN EL METROPOLITANO
Sólo basta que un bus demore 5 minutos en hora punta en las estaciones de Naranjal y Matellini para que se genere el caos entre los usuarios.
Las descomunales colas del Metropolitano obligan a crear una nueva cola para pasajeros que necesitan subir al bus sí o sí, siendo ésta un pequeño alivio para aquellos que quieren llegar rápido a su destino.
Son 7:40 am de un lunes en la estación los Jazmines, la afluencia de pasajeros no es mucha. Sin embargo, no se puede abordar los buses porque vienen demasiado llenos, después de casi media hora los pasajeros reclaman al orientador que mande un bus vacío, a las 8:15 am recién se aborda este transporte.
Todos los días, los usuarios de este transporte ingresan a las estaciones para luchar por un espacio en el bus, donde el estrés se vuelve una rutina que apodera de muchos pasajeros que llegan a empujarse y correr.
Los orientadores se ven obligados a empujar a los pasajeros dentro del bus para que se logre cerrar la puerta, convirtiéndose en un viaje inhumano.
Dejó de ser un servicio cómodo y rápido para convertirse en un infierno al momento de viajar, dice Laura Grandes mientras mira la hora muy preocupada.
El reclamo de miles de usuarios por las redes sociales a los Medios de Comunicación se ha convertido en algo recurrente, que las autoridades no toman en cuenta.