EL BULLYING QUE MATA
Adolescente de 15 años fallece a consecuencia del bullying que sufría en el colegio.
Cada vez son más los casos que se viven en los colegios acerca de agresiones y maltratos físicos y psicológicos entre compañeros de aula. Agresiones que hacen sentir a la víctima inferior al demostrar sus capacidades científicas y sociales. El bullying destaca un abuso de poder y un deseo de intimidar y/o dominar al otro.Tal es el caso de la adolescente Camila Guerrero Condori fallecida el 2016 producto del abuso y la inclemencia de sus compañeros. Sus padres, hasta el día de hoy lloran su pérdida, pues incluso ellos dicen ser parte de la causa de la depresión que sufrió.

Camila disfrutando su niñez con su familia.
El último año de la primaria se complicó cuando su familia atravesaba un fuerte problema económico, por lo que no podían absolver sus gastos, y en los que ella y su hermano también se vieron afectados. Ella sintió un gran cambio ya que era la hermana mayor, comenzaron los problemas de pareja entre sus padres, la falta de atención que les daban a sus hijos debido a que cada uno tuvo que buscar de dos a tres trabajos por día para mantener y mejorar el estilo de vida que estaban llevando. Bajó en sus notas, la desatención de sus padres, la falta de tiempo de ellos con ella provocaron un vacío y un estado de ánimo al borde de la depresión.
Camila empezó el nivel secundario en el colegio Jorgue Basadre Grohmann. Con el mismo estado de ánimo, se enfrentó a un nuevo grupo social, ya no de niños sino de adolescentes del que fue víctima de burla y acoso, ya que desde un principio se mostraba aislada y evitaba hacer amigos.
¿Pero qué fue lo que causó el maltrato hacia Camila? Al ser una persona introvertida, sus compañeras hacían mofa de sus actitudes y su manera de ser, su aseo personal y lo desordenada que era provocaban en las adolescentes una burla diaria que se fue convirtiendo en el trauma de Camila. El maltrato psicológico provocó la alteración y una enfermedad nerviosa. Su madre, Julia Condori quien se mantiene trabajando como personal de limpieza de la Municipalidad de Los Olivos desde ese entonces, siente que fue culpa de ella por haber dejado de lado a su hija desde muy pequeña ya que se mantenía ocupada en sus labores, sin embargo afirma que la base de éste problema fue que no midieron sus actos de violencia en frente de sus hijos, que no hubo cariño hacia ellos ni atención. “Era yo la que le echaba la culpa de los problemas de la casa, mis dos hijos eran pequeños y no me abastecía, pensaba que por ser la mayor debía ser consciente y me tenía que ayudar a hacer las labores de la casa, al no hacerlos bien, le pegaba. Ella pagaba los platos rotos de mis problemas” comentó arrepentida y con los ojos llorosos.
Julia hablo en el colegio para que su hija obtenga terapia psicológica ya que no tenía las posibilidades de pagar un psicólogo particular. Comenzó un tratamiento y evaluación en el colegio, pero al no lograr ningún cambio, Camila optó por dejar el colegio. El psicólogo informó que lo que Camila había desarrollado de la depresión necesitaba de ayuda psiquiátrica, por lo que fue tratada en el hospital Cayetano Heredia donde le diagnosticaron Depresión mayor recidivante y principios de esquizofrenia que desarrolló durante la etapa de la pubertad.
El tratamiento y la medicación que recibió por medio año no lograron una mejora. Tras una persistencia, la depresión era más fuerte que los medicamentos lo que provocó que una de las noches en las que dormía llorando- como todas- la alteración fuera más fuerte de lo normal que presentó asfixia, lo que provocó un paro cardiaco que la llevó a la muerte el 29 de Noviembre del 2016.
Fatima Rivera, psicóloga quien labora en Cadhis (Centro de enseñanza para habilidades especiales y rehabilitación de trastornos mentales) afirma que la depresión recidivante causa malestar clínicamente significativo, deterioro en lo social y otras áreas moralmente importantes del ser humano. “El tratamiento no necesariamente se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otra afección médica, es el episodio de depresión mayor que no se explica mejor por un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos. Que causa que la persona no pueda volver a sentir nuevamente lo que antes sentía cuando estaba bien, algunas veces oyen voces conocidas como alucinaciones auditivas que una persona sana en la misma situación no escucha, o ven cosas que otras personas no perciben.” Habitualmente tienen dificultades para diferenciar lo que son alucinaciones y lo que son percepciones reales.
Por ello, Camila no pudo mantenerse en un aula de clase, a pesar de que ya no estudiaba con las personas que le hicieron daño, sus alucinaciones causaron que las voces vuelvan, que sus miedos vuelvan y que quede una menos en una familia que no tuvo la intención de hacerle daño y luchaba por darle algo mejor, cuando en realidad le faltaba más afectividad que lo material.