EL FÚTBOL SE LLEVA EN LAS VENAS
Andrés toda la semana espera el miércoles, día en el que se olvida de su caótica rutina y sus preocupaciones ruedan tras un balón.
“Este año si vamos al mundial” afirma Andrés con optimismo. Su generación es de los que nunca han visto a la blanquirroja golear en una copa del mundo. Y es que se ha tenido que conformar con videos, fotos y el relato de su padre para revivir la euforia mundialista de aquel año 82.
Andrés trabaja en un call center en la avenida Caminos del Inca en Santiago de Surco. Llamar a los clientes ofrecerle productos, llamar a los clientes ofrecerle productos, llamar a los clientes ofrecerles productos es una rutina que lo agota demasiado y a la que no puede renunciar hasta que se tope con una mejor oportunidad.
“Es por eso que decidí hacer de mis miércoles un día diferente”. ¿Qué lo hace diferente? Le pregunto. Me reúno con mis amigos de la cuadra, hacemos una chanchita juntamos 50 soles, alquilamos la cancha por dos horas y jugamos fulbito. Y es que el peruano lleva la pasión futbolera en la venas asegura Andrés.
“Somos un país futbolero” y hasta la historia lo confirma: las tripulaciones británicas anclaban en mar peruano y en sus ratos libres se dedicaban a jugar fútbol en el Callao y competían entre ellos para ver qué tripulación era la mejor. Los marineros se pasaban tardes completas jugando a este novedoso deporte mientras sigilosos espectadores los observaban con asombro, pues para ellos esta actividad era nueva y jamás habían visto disputas tan reñidas por un simple balón.
Así es para mí, comenta Andrés. Reconoce que el futbol le ha permitido fortalecer lazos fraternales con sus amigos y alimentar su pasión por el futbol. Y es que a sus 24 años su mayor deseo es ver a la selección peruana clasificar a Rusia 2018.
Su vida no tiene nada de especial, así lo considera. “Soy como cualquier otro peruano que encontró en el futbol una mejor manera de vivir la vida” confiesa Andrés mientras en sus labios se dibuja una leve sonrisa.
Andrés sabe que el Perú se paraliza cuando se trata de futbol y en especial de la blanquirroja. Solo le pide al destino que le alcance la vida para ser testigo de unos de los sucesos más importante para el Perú.