EFÍMERAS RISAS

Javier es un joven que encontró en la marihuana una salida rápida a sus problemas.

Las lánguidas manos de Javier abrieron el cajón de su escritorio y sacaron una botella de plástico con un agujero en uno de sus lados. La base aún tenía una pequeña profundidad para que un poco de agua repose en ella. Javier renegaba porque su primo no le había devuelto la pipa que le prestó hace tres semanas, ahora tuvo que improvisar una casera.

En la pipa artesanal puso un poco de esa hierba, que bien usada es medicinal, pero usada irresponsablemente es tóxica. Separó las pepitas y algunas ramitas que tenía 'si se fuma la rama te comienza a doler muy fuerte la cabeza', explicó.

Experto o novato Javier conoce muy bien el cannabis sativa, nombre científico de la marihuana. Cuando comenzó a probarla, hace casi un año, encontró en esta hierba un refugio para olvidar los problemas que atravesaba.

Javier vive solo en un cuarto cuyo alquiler a veces no puede pagar, en el distrito de El Agustino, algunos problemas familiares lo obligaron a independizarse sin haber cumplido los 20 años.

Antes de dar la primera jalada, jerga usada para denominar al acto de fumar hierba, se encontraba melancólico, unos segundos después empezó a reír descontroladamente. Luego de tres o cuatro 'jaladas' comenzó a sentir los ojos pesados y el cuerpo relajado. El humo que expulsaba por sus fosas nasales se disipaba junto a sus malos recuerdos.

'..la marihuana es la droga de la música'

Me pidió que en su computadora reprodujera una canción de Bring Me The Horizon, una de sus bandas favoritas 'la marihuana es la droga de la música', fue su humeante explicación.

La vida para Javier no ha sido fácil, independizarse lo obligó a buscar trabajos y a descuidar sus estudios. Actualmente tiene un empleo, pero se le hace muy difícil poder costear sus mensualidades y pagar sus deudas.

Solo deja de fumar cuando se le acabó la hierba y no tiene dinero. Con la escasez monetaria llegan la tristeza, las deudas y la melancólica espera para volver a conseguir la hierba que le devuelve las efímeras risas.