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Perú a mundial: gol para la economía




La fiebre del mundial llegó al Perú tras la clasificación al mundial de Rusia 2018 luego de 36 años.

El 15 de Noviembre del 2017 será sin duda uno de los días más memorables para los peruanos. La selección nacional consiguió la tan mentada clasificación a un mundial, que nos fue esquiva desde hace treinta y seis años. Los muchachos de Gareca alegraron a un país, a una población más acostumbrada a escándalos políticos que a glorias deportivas, y hasta aquellos que no son asiduos seguidores de este deporte, celebraron la victoria contra la modesta selección de Nueva Zelanda.


A diario observamos en calles, plazas y avenidas, decenas de personas con las camisetas del Perú enfundadas. Lo mismo en cualquier centro comercial o tienda de ropas: no hay galería que no exhiba –al menos como decoración-alguna prenda alusiva al Perú en sus vitrinas. Esto, más que una mera ‘fiebre futbolera’ refleja en realidad un trasfondo económico. Quizás porque la venta de camisetas ha aumentado notoriamente y por ellos todos o casi todos las venden, pues es una mercancía que tarde o temprano alguien comprará. También puede traducirse en una venta enfocada en la experiencia ya que, al entrar en una tienda y observar detalles , el cliente evocará la hazaña del pase al mundial y probablemente estará predispuesto a desembolsar algo de dinero en adquirir algún producto que dicho establecimiento comercial ofrece.


Similar situación atraviesa Egipto, país africano que clasificó al mundial luego de veintiocho años y cuyo presidente Abdelfatah Al-Sisi, a pesar del corte autoritario y militar de su gobierno, no dudo en posar con la camiseta del seleccionado egipcio en un que se tomó junto a un grupo de ciudadanos. Evidentemente el fútbol trastoca fronteras e incluso llega a tener injerencia directa en el gobierno.


El Diario Gestión a través de un interesante artículo, hace un balance de lo que podía llegar a suceder en nuestro país si la selección clasificaba. Lo primero que se menciona es el aumento del valor (en dólares) de los jugadores nacionales. Esto se traduciría además en una mayor inversión por parte de grandes marcas deportivas en el torneo local de fútbol. Un claro ejemplo es el del Club Universitario de Deportes. Al prestar tres jugadores de su plantilla para que jueguen en la selección, recibió una oferta concreta de la prestigiosa marca alemana Adidas para auspiciar al club por los próximos tres años. Así mismo se prevé un incremento de al menos un 40% en compra de televisores y paquetes de televisión. Es que Perú clasificó al primer mundial en la era digital, y será el primero de muchos que se podrá disfrutar desde una pantalla 3D o desde un Smartphone, ¿Este no es acaso un claro aliciente para el aumento en la ventas de estos dispositivos? Se enfatiza también en la llamada ‘futbolización de las empresas’ pues todos los establecimientos querrán realizar campañas y promociones en torno al mundial.


En el emporio textil de Gamarra se venden más de 30 000 camisetas de la selección peruana a diario. Con casi un millón de camisetas vendidas al mes, podemos decir sin reparos que los comerciantes en Gamarra ya ‘. Si llevamos estas cifras a polación, y teniendo en cuenta que se compran camisetas al por mayor al precio de S/10, los negociantes de Lima Metropolitana llevan desde Gamarra hacia sus locales, cientos de estos productos para ofertarlos a doble e incluso al triple del precio de costo.


Precisamente pudimos contrastar ello en el mercado Bolívar del distrito de Pueblo Libre, en donde los clientes no escatiman en gastos y compran camisetas a diestra y siniestra. “La gente paga el precio porque está contenta” señala escuetamente doña Martha, comerciante de ropa en dicho mercado que le saca el jugo a la coyuntura deportiva actual. Como ella, miles de comerciantes a nivel nacional gozan del auge deportivo, pues es hoy por hoy es mucho más fácil vender camisetas que polos de algodón comunes y corrientes que –paradójicamente- superan en calidad a las camisetas, hechas con telas sintéticas y derivadas del plástico.


Pero incluso la clasificación de países fronterizos impulsa la economía nacional. En el 2014, los productores textiles en Gamarra alistaron un cargamento de 260 mil prendas deportivas para Colombia, país que también alcanzó un cupo mundialista en ese año. Lo mismo para el anfitrión de aquella edición del mundial, Brasil, que generó un ingreso de tres millones de soles para las arcas del emporio.


Jueves 16 de noviembre. El país amanece con la resaca de saberse en Rusia 2018. El centro comercial Real Plaza Salaverry lucía una imponente bandera nacional con una frase que rezaba “Gracias muchachos, juntos lo hicimos” que incluía los logotipos de todas las tiendas que uno puede encontrar en aquel centro comercial. Al entrar en la tienda Saga Falabella observamos que la sección televisores-audio-entretenimiento se encuentra estratégicamente situada en la puerta principal de la tienda. En las múltiples pantallas se observan las repeticiones del gol que Farfán convirtió ante Nueva Zelanda, una tras otra vez. Los clientes visualizan las imágenes y comentan con una sonrisa en el rostro. Ya se aprecia una aún pequeña cola de clientes a la espera de concretar la compra de su nuevo.


Una curiosa anécdota se vivió en el distrito de El Tambo en la ciudad de Huancayo de la región Junín, donde la dueña de una avícola ‘vistió’ a uno de los pollos que vende con la camiseta de la selección. La imagen se volvió viral rápidamente y cientos de usuarios tomaron con gracia la noticia. ¿Alguien duda que esa avícola arrasó con la venta de pollos ese día? Conscientes de la situación, muchos dueños de avícolas replicaron lo visto en las redes sociales, y adornaron sus avícolas con pollos enfundando camisetas .


Walter García, economista y jefe del Área de Economía en la Comisión Para los Juegos Panamericanos Lima 2019 brinda su reflexión acerca de la coyuntura actual, y de la influencia de esta efervescencia deportiva y mediática en la economía nacional. “Sin duda alguna los que más se benefician con esto son los dueños de negocios principalmente de ropa. También las grandes marcas de televisores y celulares, pues se sabe que la demanda de estos aparatos incrementa naturalmente en Diciembre por fiestas, pero este año lo será más. Pero esto no quiere decir que las personas realicen gastos innecesarios, o que dejen de adquirir productos de primera necesidad por adquirir algún artículo deportivo alusivo al Perú. Comprar una camiseta sustituye la compra cotidiana de algún bien accesorio, como el consumo de una hamburguesa o un polo o camisa”.


Ahora bien, a casi doscientos días para el inicio del certamen deportivo más importante del mundo, ¿Qué sucederá en el Perú? Si apelamos a la ya conocida creatividad peruana, no nos sorprenderá ver a fin de año piñata con las caras de los futbolistas de la selección. Incluso ya se habla de “El Orejas” (en alusión al jugador Edison Flores, apodado ‘orejas’) un nuevo producto pirotécnico que dicen “te vuela no solo la mano sino también la oreja” que se oferta en las calles de mesa redonda.

Vimos a los jugadores celebrar la clasificación con gorros al estilo ruso en colores blanco y rojo. En síntesis, se espera el lanzamiento al mercado de una ingente cantidad de deportivos abocados a la selección de fútbol.

Y no solo incrementa el consumo interno. Debido a la facilidad que el gobierno ruso brindará a los nacidos en alguna de las 32 selecciones clasificada al mundial para viajar a dicho país sin visa ni trámites, se estima que 30 000 peruanos viajarán para presenciar en vivo algún partido del mundial. Cifra nada desdeñable para un país tercermundista, con una población que no acostumbra a viajar –por placer o por vacaciones-a un país tan lejano y tan costoso como la tierra de Putin.


Don Rafael Llanos, como buen comerciante textil de Gamarra, no aspira solamente a replicar las camisetas de la selección para su posterior venta. A raíz de la exitosa campaña de Perú en las eliminatorias, él, junto a sus dos hijas, ha creado una línea de polos de algodón con motivos peruanos que exporta a diversos países. “Es el regalo perfecto para alguien que está lejos de su país y quiere tener un polo peruano que pueda usar no solo para ver los partidos, sino también para salir a pasear, combinar con , y tener un look más casual y menos deportivo” señala Camila Llanos, hija de don Rafael.


Sin embargo -dejando de lado la clasificación al mundial-el 2018 es un año como cualquier otro, en el que debemos estar a la expectativa de lo que pueda suceder, principalmente en el poder político, aprovechando la atención que genera la realización de Rusia 2018. Quizás temas pendientes como el indulto al ex presidente Alberto Fujimori, o los casos de corrupción de y afines queden relegados y la población lo olvide fácilmente.


Disfrutemos de este dulce momento, de ver a nuestra selección codearse con mega estrella del fútbol como Messi y Cristiano Ronaldo. Gritemos con euforia los goles de Farfán, Guerrero y compañía, reunidos en casa, con la familia o los amigos. Pero no olvidemos que -al fin de cuentas- es solamente un deporte; apasionante, capaz paralizar un país entero, pero un deporte al fin y al cabo. No pestañeemos ni nos dejemos tomar el pelo. De ser así, una vez acabado el certamen deportivo podrían suscitarse problemas que mermen la estabilidad económica, social y política de nuestro país.



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