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Cuando se investiga al poder

El periodismo: una forma de pedir cuentas al gobierno

“Un periodista siempre debe ser incrédulo a todo, más aún si se trata de los grandes como el gobierno”, me dijo Ángel Páez en una entrevista que sostuve con él.


En el pasillo de su “segunda casa”: la oficina de paredes blancas de la Unidad de Investigación del diario La República” tiene olor a destapes, huele a investigaciones atropelladas y resueltas, pero también se percibe continuas frustraciones. Observo una elevada construcción de discos musicales que le permiten escuchar mientras escribe alguna inminente revelación que en la mañana siguiente, aparecerá tal vez en la portada de la República.


Ángel Páez siempre ha sido una piedra en el zapato para el fujimorismo. Y aquí es donde empieza este reportaje, con un veinteañero que se pregunta por qué el gobierno de su país debe comprar aviones a Bielorrusia, si este no fabrica dichas naves. El resultado de esta avasallante investigación le permitió conocer que el gobierno de Alberto Fujimori, con la compra de esos aviones, había dispuesto de aproximadamente 410 millones de dólares en una operación fraudulenta cargada de sombras, cuyos principales beneficiarios serían Vladimiro Montesinos y el propio Fujimori.


Lo grave de la operación fue que los aviones MG 29 eran de segunda mano, no contaban con stock de motores ni con modernas armas, como se había anunciado, y tampoco ofrecían seguridad de mantenimiento y repuestos. El tema es sencillo, se compraba ilícitamente armas, aviones de segunda mano pero se auspiciaban como nuevos. Era claro que había un dinero de por medio que favorecía a un grupo específico de empresarios o traficantes de armas durante el gobierno de Alberto Fujimori, y lejos de validar dicha información periodística, el gobierno y el mismo Alberto Fujimori dispararon toda su artillería contra el joven reportero.


Cuando el asesor Montesinos se enteró, primero no dudó en intentar sobornar al periodista con la finalidad de que lo revelado no sea publicado en las notas abridoras. El resultado, lo saben, Páez no puso en bandeja lo que su profesión le demandaba.


Producto de ello buscaron desprestigiarlo, plasmándolo en decenas de portadas del Diario “El Tío” con afirmaciones falsas, inventando cobros indebidos, viajes pagados por empresas, acusándolo de espía de Ecuador (por la Guerra de Cenepa) hasta el punto de ser colaborador de Sendero Luminoso, según afirma Páez, él siguió investigando a pesar de que estaba cuestionado.





Tras este desencadenamiento de noticias que ponían en aprietos a Fujimori, Montesinos, su asesor, se encargó de hacerle la vida imposible a Ángel Páez, quien ya se había convertido en un predilecto "caserito" de las primeras planas de los diarios "chicha". Vladimiro Montesinos había orquestado una campaña de difamación en mi contra”, dice Páez, quien en ese momento, se esforzaba en encontrar a los autores, pero años más tarde comprendió que "la mejor forma de responder a quienes lo difamaban era continuando con las investigaciones".


A los estudiantes de periodismo nos enseñan desde nuestras primariosas aulas que la metodología del periodismo de investigación se divide por fases: la pista, pesquisa, presión, publicación y prisión. Hago un énfasis en ésta última, muchas veces queremos ver presos a los implicados de alguna fechoría, sin embargo por los procedimientos judiciales, no terminan ni un día en el calabozo debido a las hospitalarias decisiones de algunos jueces. Páez se encontraba en esa misma situación, el quería a toda costa que sus difamadores y los corruptos paguen con prisión, pero esperó y entendió que la única forma de inquietar al poder es continuando con las investigaciones así sea hasta el fin de su carrera, aunque bien dicen, el periodismo es más que eso, es “pedirle cuentas al poder”.


ES USUAL QUE TE ATAQUEN CUANDO QUIERAS INVESTIGAR

Montesinos orquestó una campaña de difamación contra Ángel Páez a través de los diarios chicha.

En el Diario “El Tío” existen más de 300 carátulas en contra de Páez y casi siempre una página por artículo a difamarlo.

En el Diario “El Tío” existen más de 300 carátulas en contra de Páez y casi siempre una página por artículo a difamarlo.


El periodismo necesita sobre todo de periodistas dispuestos a no rendirse, pues el trabajo que les espera será difícil. En algunos casos es una lucha como la de David contra Goliat. Sin embargo se ha confundido en oportunas veces con una suerte de denunciología o periodismo de filtración. Sobretodo en las redes sociales hay una sobreabundancia absurda de información, para ello debemos tener cuidado porque es un terreno minado y hay que entrar allí con cuidado y tacto.


No hay que quedarnos en la denuncia. Hay que actuar, hay que generar debate, hay que pedir cuentas. La investigación logra hacer los cambios luego de un mes o más, pero si trabajamos en sacar algo que estaba enterrado vamos a lograr cambios”.


Bien dicen que el periodismo de investigación es revelar lo que otros quieren ocultar, sin embargo vemos mitigada esta frase cuando revisamos la tendencia de ver en los medios tanto en prensa escrita como radial, televisiva ( se refleja más en ésta), el llamado periodismo de declaraciones, con tan solo meter el micro, se tiene la idea de que se está haciendo periodismo.


Páez llama a la reflexión, él con una trayectoria de más de 30 años al servicio del periodismo de investigación en La República, concluye diciéndome que no deberían existir las unidades de investigación de los diarios - ¿Por qué?


- Porque todo periodista debe ser investigador, se despide.





FRASE:

  • “El Periodismo es pedirles cuentas a las instituciones poderosas”. De esa manera define el oficio periodístico el actual director de The Washington Post, Marty Baron.






















































































 

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